domingo, 4 de enero de 2009

(Basado en hechos reales)

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Odio los rostros normales que antes no lo eran. Odio mucho más los rostros que antes eran normales, y que ahora me dan náuseas cuando los miro. Todo es liviano, simplemente gracioso, tristemente divertido cuando el tiempo pasa rápido. Es todo extremadamente distinto, poco importante, cuando no estoy colocado. Lo único que se mantiene congelado es el olor, solamente eso.
Colocado. Colocado lo simple se desecha, lo importante se magnifica. Yo me magnifico y me fundo con el resto de cosas que crecidas, me rodean, me integran en ese momento, y me hacen seguir deseando colocarme.
Adoro jugar con el límite en el que dan igual la droga, la dosis y muchas otras cosas. Será porque siempre me quedo de este lado, en el que la percepción solo se difumina, se altera de manera divertida y potente; y en el que los orgasmos son tan largos...
Podría seguir escribiendo, pero hace unas horas que estoy sobrio y me apetece colocarme.

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1 comentario:

Riiiiita XD XD dijo...

Tu en examenes lo debes de pasar extremadamente mal eh! XD