martes, 11 de mayo de 2010

(Ficción de aficionados)

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-¿Te vas a hacer otro porro?
-No, que ya es tarde.
-Precisamente por eso. Hace ya mucho que se nos hizo tarde.

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(Ficción de aficionados)

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-Dame un cigarro.
-Sí hombre, tabacalera soy yo.
-¡Dame un cigarro ostia y deja de joderme las pelotas!

Le tiende un cigarro.

-¿Joderte las pelotas? ¿Ahora eres argentino? Lo tuyo con Messi ya es más que fanatismo- se ríe.

Lorenzo coge el cigarro, no se ríe con su amigo. Lo enciende y pensativo se apoya en la barandilla del balcón. Las palabras de su amigo resuenan en su cabeza...

-¿Qué estará pasandole ahora a un par de idiotas como tú y como yo que estén ahora mismo en Argentina?- dice con la mirada perdida en la ciudad.
-¿Que coño dices? Cuando te salta la vena mística me das hasta miedo. Anda, alejate un poco de la barandilla.

Esta vez Lorenzo sonrie.

-Quiero decir que ahora mismo hay un Lorenzo y un Juan Carlos en algún sitio de Argentina, probablemente fumando. No es tan raro que haya dos amigos, quizás como nosotros en un balcón, allende los mares, que se llamen como nosotros. Y no sería muy raro que estuviesen percibiendo como percibo yo ahora, el hedor asqueroso que desprende esta vida.
-Hablá por ti boludo-se ríe Juan Carlos-, a mi me parece que la vida huele de puta madre.
-Eso es porque te has acostumbrado -Juan Carlos se apoya junto a él en la barandilla, pierde su mirada en el horizonte y juntos componen una sinfonía de caladas y espiraciones, tosiendo de vez en cuando a modo de percusión.

Juan Carlos acaba su cigarro y lo tira lo más lejos que puede hacia la calle. Se queda mirando como choca contra el suelo y se descompone en un sordo estallido de chispas. La vision le anima:
-¿Tú crees que el Juan Carlos ese de La Pampa tendrá una perilla como la mía?
- Vete a tomar por culo- Lorenzo tira el resto de su cigarro y sale con paso ligero hacia la puerta de la entrada.
-¿¡A donde vas ahora!?
-¡A buscar mate!- cierra la puerta de golpe.

Juan Carlos se queda perplejo y habla para sí mismo entre pensamientos:
-¿Mate? ¿Donde cojones va a encontrar este ahora mate? No digo que no lo haya, pero he vivido aqui toda la vida y ni puta idea...

Antes de cerrar la puerta del balcón saca un poco la cabeza e inhala tres veces con fuerza engordando sus fosas nasales, esperando oler algo, lo que sea. Cierra la puerta mientras niega perplejo con la cabeza.

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