jueves, 14 de abril de 2011

(Basado en hechos reales)

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La gente habla otro idioma, y gracias a dios lo vas aprendiendo poco a poco. En poco tiempo ya te sientes un fontanero italiano amante de la pizza (hasta te echas un amigo que se llama Luigi).
Conoces gente de otros sitios, te empapas de las pequeñas grandes diferencias. Matas los ratos mirando la página de Ryanair.
De vez en cuando llega alguna carta desde España, y entonces el plan de la tarde se convierte en playa, café y un par de cigarritos de la risa mientras tomas el sol.
Viajas, con gente que hace unos meses ni conocías, y te lo pasas bastante bien en general, y cuando sale algo mal, la semana siguiente ya estas riéndote de ello. Nunca antes pensaste que cogerías siete aviones en quince días (¡y por menos de 50€!)
Te emborrachas como siempre con cocktails nuevos. Te emborrachas como nunca.
Fumas en tu habitación. Te despiertas a las mil de la mañana si te da la gana. Hablas con tus compañeros que generalmente derrochan amabilidad. Normal, todos teneis el sentimiento de estar en un mismo barco. Un barco muy divertido.
A veces hay que ir a clase o hacer examenes, pero la vida en general sonríe, más bien se descojona, y tú con ella.

Papá, de mayor quiero ser Erasmus.

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(Basado en hechos reales)